Está estudiado que el deporte de resistencia ayuda a desarrollar capacidades aplicables a entornos directivos (relativización, capacidad de priorizar, pensamiento a largo plazo, abstracción, compromiso..). ¿No te lo crees? Ponte en mi lugar:
DOMINGO, 6:15 AM
Arranco el coche, PLAY a Héroes del Silencio. La montaña me espera. Y a otros 300 corredores.
Kilómetro 0, 9:00 AM
Ya vestido para la ocasión, calentamiento hecho, segundo desayuno tomado, mochila cargada. 5 grados y yo en pantalón corto. “En las piernas no se pasa frio” dicen…
Comenzamos.
Kilómetro 7, 0h40
Primer tercio completado sin problemas. Sube, baja, sube de nuevo, bajada técnica, llano para recuperar.. Todo en orden. Al principio el cuerpo iba un poco rígido, pero a estas alturas ya fluye como esperaba. Comienza la subida más dura de toda la carrera, unos 3 kms continuos con mucho desnivel. Control mental y arreglado.
Kilómetro 11, 1h15
Subida agónica, pero como todas las anteriores, conseguida. Único despiste justo después de subir, y en la piedra más tonta que había en toda la comarca, me tuerzo el tobillo. Ni es la primera ni la última, pero esta vez me duele mucho y me paro a andar de puro dolor. Retirarme sería una opción, pero.. ya lo decidiré luego.. cuando llegue a meta.
Kilómetro 15, 1h50
Maldigo a esa piedra y a todas sus primas! No quiero quitarme la zapatilla porque estoy seguro de que tengo el pie hinchado, prefiero no mirar. Frio, dolor y cansancio. Activo el modo “apretar dientes”, subo el volumen de la música y tiro p’alante. En estas lides, el rock gana al reguetón por goleada.
Kilómetro 17 2h20
Ya está hecho. Sólo quedan 4 kilómetros. Y el último es regalado, el público te lleva. He conseguido olvidar el dolor del pie. O el pie ha decidido olvidarse de mí, mejor dicho. Última subida. De mayor quiero ser diseñador de recorridos de Trail running. A modo de venganza pura, vamos.
Kilómetro 20 2h40
Mi reino por 100 metros de asfalto!
Kilómetro 21 2h50
Nunca entenderé por qué esprinto en un Trail, especialmente con un tobillo hecho polvo.. Pero a estas alturas no le puedo pedir a mi cabeza que gobierne, sería un exceso.
Subidón de endorfinas y autoestima. Reto conseguido. Pensando en la siguiente.
LUNES, 8:30 AM
Entro en la oficina, ligera cojera. El piso es liso, no hay piedras y tampoco hace frio. Nota mental: Ya no odio a las piedras. Sólo odio a ESA piedra. Empiezan los mails, llamadas y reuniones, de todo tipo: buenos, regulares y alguno malo. Las endorfinas durarán hasta el miércoles, así que.. todo en orden. Control mental y arreglado.
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