Cuando uno está entrenando para una Media Maratón, lo primero que diseña es un plan de carrera, intentando anticipar cuándo deberá comer, beber, subir o bajar el ritmo. No lo deja a la improvisación, se esmera por conocer cómo será el proceso.

Cuando uno va a tener un hijo, una de las primeras cosas que hace, antes de ponerse a pintar toda la casa, es comprarse uno libros en plan “Guía para padres”, “Tu hijo y tú”, “Como ser madre y no morir en el intento”, “Padres… ¿estáis seguros?”. Yo lo he hecho, son libros que ayudan mucho a conocer el proceso que va a ocurrir, aunque (atención, anotación gratuita!) se suelen saltar la mitad de la película: la del impacto del hijo en la relación de la pareja, y las relaciones individuales que se crean entre cada padre y cada hijo.

Sin embargo, cuando una empresa va a tener un ERP, esa labor de conocer el proceso que va a ocurrir queda muchas veces limitada a algún participante que haya tenido experiencias previas, a compartición de experiencias con colegas de sector o, en muchas ocasiones, a esperar a ver qué ocurre. Por supuesto que hay miles de cursos sobre Gestión de Proyectos, de todo tipo, enfocados de diversas maneras, buenísimos y completísimos. Pero muchas veces las condiciones de contorno son las que son (es decir, las prisas), hay que modernizar la empresa, y no hay tiempo para hacerse experto. El típico: ya veremos qué pasa; los implantadores que he contratado son los que tienen que saber de qué va esto.

Pues bien, la foto de la Media Maratón habitual es esta, en formato Mapa de Calor:

Lo primero que hará Marisa con su nuevo cliente será enseñarle este mapa, asegurarse de que los principales participantes entienden los conceptos y las temperaturas.

Y lo segundo que hará será diseñar acciones para reducir al máximo las zonas de excesivo calor. Así que llama el cliente, acuerda una primera reunión de presentación, e imprime un par de copias. A color, claro.