Vera:    Papiiiii, porfa, ven a leerme un cuento para dormir

Mario:  No puedo, tengo que acabar una propuesta y enviarla ya.  Es urgente

Vera:    ¿Si no lo haces te dejarán sin chuches?

Ocho cuentos, tres canciones, dos adivinanzas, catorce besos, dos vasos de agua, cuatro colocaciones de peluches y cinco tequieros después, Mario se vuelve a sentar en su silla de trabajo.

Mientras ajusta conceptos, horas y euros, se pregunta si la vida será lo que pasa mientras trabajas