A Mario el VOLCÁN le aburre soberanamente. Al principio le resultaba interesante, era todo novedad. Pero con el paso de los días, se ha convertido en una rutina que ya no da más de sí. Alguna erupción de vez en cuando, una nueva boca, más ruido, más lava… Vamos, un volcán haciendo cosas de volcán. Lo sorprendente sería lo contrario.

Se plantea seriamente si es normal esa sensación de desapego e insensibilidad. Evidentemente, el tema es muy serio. Cambia de canal impulsivamente buscando ALGO, pero lo único que encuentra es lava a vista de dron, lava entrando en el agua, lava arrasando una plantación, señores tomando muestras de lava. O señoras; el traje de “coger lava” es agnóstico al respecto.

Apura su Carmelo Rodero y apaga la tele. Una vez se hace el silencio, comienza a entender. Todos los informativos están centrados en una parte de la película: la operativa. No hablan apenas de táctica, y nada de estrategia. Y la operativa tiende a ser repetitiva.

El noticiario no habla sobre las posibles derivas que puede tomar la isla (o el archipiélago entero) geológicamente hablando, sobre los planes de evacuación que seguro existen sobre la mesa, sobre los planes de reconstrucción urbana, o sobre la explotación económica de aquello en lo que se está convirtiendo la isla. Para tratar esos aspectos hay que acudir a programas especializados o youtubers vulcanólogos.

La primera vez que Mario escuchó eso de los tres niveles (Operativo, Táctico, Estratégico), Mario ya llevaba muchos años de profesión. Al principio lo vio como algo obvio. Algo en lo que no se piensa, pero está ahí. Con el tiempo, a medida que fue tomando cargos de responsabilidad, descubrió que era algo crucial.

Desde entonces, lucha para que cada miembro de su equipo nunca se centre exclusivamente en la operativa sin pensar en las otras dos.  Principalmente porque la operativa, el día a día, la entrega del mes, el bug de la semana, generan mucho estrés. Pero cuando los analizas desde un punto de vista más estratégico, ese estrés puede verse reducido.

Pero claro, cuando el bug tiene forma del volcán, es normal que todas las miradas se centren en él.